(En apoyo a la mayoría de los vecinos de Ricote -Murcia- que desean mantener el nombre de José Antonio para una de sus calles, el Sr. Alcalde de la localidad está recibiendo numerosas cartas y correos electrónicos. De entre las que hemos tenido conocimiento reproducimos esta por su extraordinario valor testimonial y deseo de reconciliación definitiva entre españoles compartido por la Fundación José Antonio).
(Fotografía tomada del diario La Verdad de Murcia. Vecina colocando una pancarta en apoyo de la Calle José Antonio)
Sr.
Alcalde de Ricote. Murcia:
Con
el debido... y mayor respeto, me dirijo a usted para rogarle que atienda a la
mayoría del pueblo de Ricote que desea que perdure el nombre de la calle Jose
Antonio.
Si
Usted me lo permite, Sr. Alcalde, le diré... - con todos mis respetos- que la
guerra que tanto mal hizo a los españoles, va para la cuarta generacuión que
acabó, y pienso que ya es hora de que, respetando nuestras diferentes formas de
pensar, nos demos la manos, unos y otros sobre todo, porque son poquísimos los
que quedan ya de aquellos que, un día, cubrieron de sagre el suelo de
España.
Sr.
Alcalde: Verdad es que se cometieron muchas barbaridades por ambas partes
contendientes, pero creo que lo peor no fue lo que hicieran unos y otros;
lo peor es el odio que engendró entre los diferentes bandos contendientes y que
ALGUNOS, hoy día, tratan de mantener vivo... por vaya usted a
saber que razonamientos.
Verdad
es que hubo muchas víctimas inocentes, viudas y huérfanos... y no cuento a
aquellos que cogió en medio de la vorágine de los terribles acontecimientos...
de entre los que está, la Persona que da nombre a la calle que Usted
quiere borrar.
Sr.
Alcalde: El que le ruega que atienda a los vecinos que quieren que perdure el
nombre de esa calle, es hoy un anciano de ochenta y un años, que perdió a su
padre defendiendo la República; un tío y un hermano, como falangistas y a su
madre de pena y dolor por la pérdida de un hijo y el hombre de su vida. Este
anciano, conoció los fusilamientos que hicieran los Unos y lo Otros... y un sin
fin de barbaridades, cada cual, de las más execrables. A este anciano Sr.
Alcalde, le costó mucho ver que lo peor no es la guerra y sus secuelas, sino el
odio que queda entre padres, hijos y hermanos.
¿No
cree Usted Señor Alcalde que, es hora ya de que, si no hay
olvido... haya al menos perdón? ¿No cree que es hora de que, por el bien
común, aceptemos lo bueno que nos una y respetemos las diferentes formas
de pensar de los demás?
A
usted, Sr. Alcalde, le supongo un hombre joven político instruído, con la
suficiente capacidad de razonamiento para entender que hoy día, las gentes
quieren paz, justicia y progreso.
Por
respeto a esa minoría, Sr. Alcalde, que desea que perdure el nombre de Aquel...
que también fue un mártir de la barbarie, y para que se vaya borrando el odio,
deje el nombre de la calle tal como está.
Mis
respetoshacia Usted y mi agradecimiento si leyó mi súplica.
Fdo.:
Francisco Sánchez Trigo.