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domingo, 14 de octubre de 2018

EL DESCUBRIMIENTO DE AMÉRICA EN JOSÉ ANTONIO (José María García de Tuñón en 'Desde la Puerta del Sol' nº 102)

No fueron muchas las veces que el fundador de Falange citó la hazaña que un puñado de españoles, guiados por Cristóbal Colón, con la ayuda de nuestros Reyes Católicos, Isabel y Fernando, tanto monta, descubrieran aquellas tierras que después, todas ellas, tomarían el nombre de América.
Recogeré algunos momentos de esas citas que creo más interesante. La primera vez fue cuando en el periódico de Falange F.E., el 7 de diciembre de 1933. Firmó un artículo titulado ¿Euzkadi libre?, que daba comienzo con estas palabras: «Acaso siglos antes de que Colón tropezara con las costas de América pescaron gentes vascas en los bancos de Terranova. Pero los nombres de aquellos precursores posibles se esfumaron en la niebla del tiempo. Cuando empiezan a resonar por los vientos del mundo las eles y las zetas de los nombres vascos es cuando los hombres que las llevan salen a bordo de las naves imperiales de España. En la ruta de España se encuentran los vascos a sí mismos. Aquella raza espléndida, de bellas musculaturas sin empleo y remotos descubrimientos sin gloria, halla su auténtico destino al bautizar con nombres castellanos las tierras que alumbra y transportar barcos en hombros, de mar a mar, sobre espinazos de cordilleras…».



El 4 de febrero de 1934, en Cáceres, pronunció estas palabras: «España fue a América, no por plata, sino a decirles a los indios que todos eran hermanos, lo mismo los blancos que los negros, todos, puesto que siglos antes, en otras tierras lejanas, un Mártir había derramado su sangre en el sacrificio para que esa sangre estableciera el amor y la hermandad entre los hombres de la tierra…».
En Málaga, el 21 de julio de 1935, tiene este recuerdo para los conquistadores: «Sentados, cobijados bajo el árbol, en ese ambiente de intimidad, yo dejaría vagar mi pensamiento y tal vez cruzara por mi mente el recuerdo de los conquistadores de América, que eran menos, muchos menos que nosotros. Así arribaron a las tierras vírgenes de América, sin que en ella hubiera un solo hombre blanco, y en lo alto de alguna cordillera, con el disco lunar sobre sus cabe-zas y la extensión infinita de las Pampas por horizonte, comenzaron a fundar los cimientos de la futura gloria dorada de un ancho imperio…». En otra ciudad andaluza, en Sevilla el 22 de diciembre de 1935, habla a los obreros con los que piensa llegará a entenderse, «nos acercaremos a ellos; ya empezamos a acercarnos; ya, por de pronto, mirad cómo en las mejores capas españolas, en las capas españolas que guardan esa vena inextinguible del heroísmo individual que conquistó América, se ha entrado en contacto con nosotros…». No falta en José Antonio la poesía, la poesía que promete. A Magallanes le dedicó una larga poesía que el también poeta Rafael Inglada recogió en un libro porque para él «reducir como a menudo se ha hecho, una figura como la de José Antonio, tan discutida y tan rica en matices, a una sola faceta –la política–, es no solo injusto, sino incluso y sobre todo opuesto a la verdad». 


(Rafael Inglada)


Hubo una segunda edición que prologó el también poeta Aquilino Duque: «Y es que en estos versos está, explícita e ingenua, la poesía implícita con la que José Antonio se planteó el eterno problema de España». ¿Qué importa nuestra muerte sin con ella / ayudamos al logro de este sueño? Escribe José Antonio en el poema dedicado a Magallanes. A lo que Aquilino Duque en su prólogo, dice: «El José Antonio adolescente se refiere con ello, claro está, a un sueño que se cumplió: el de que las tierras recién descubiertas hablaran un día español…». 


(Aquilino Duque)


El poema que dedicó a Magallanes, lo tituló José Antonio La «profecía de Magallanes».

El mar estaba inquieto, el cielo oscuro
por nubes cenicientas apagado,
con fulgor inseguro,
empezaba a asomarse la alborada;
cerrando los Confines de Occidente,
brotaban de las sombras lentamente
las titánicas cumbres de los Andes,
y en toda su hosquedad Naturaleza
mostraba la magnífica fiereza
con que sabe vestir los hechos grandes.
Y entre esa majestad, sobre las olas
que el continuo vaivén tornaba pálidas
las cuatro carabelas españolas
se alzaban atrevidas y gallardas;
sobre la inmensa superficie solas,
las quillas en el mar, la enseña al viento
lanzaban en su arrojo un desafío
al oscuro nublado, al mar bravío,
al ígneo rayo y al ciclón violento.
¡Jamás ante el poder de un elemento
temblaba aquella Raza de titanes!
Hasta el mar cuando fiero se alborota
humilla su poder ante una flota
como aquella de Hernando Magallanes.
El era su Almirante. Sobre el puente
de la nave izadora de la enseña
iba el bravo marino, alta la frente,
la mirada aguileña
escrutando orgullosa el Occidente:
es que allá, separados los pilares
que forman la gigante cordillera,
dejaban paso abierto hacia otros mares,
es que la audaz quimera
que en su mente genial alentó un día
ante la faz de la Creación entera
proclamando su gloria se cumplía...
Magallanes habló; sus ojos de ave
brillaban encendidos de entusiasmo,
los bravos marineros de la nave
le escuchaban hablar, mudos de pasmo,
y aun las nubes que en lo alto se cernían,
y hasta el agua sin fin del mar Atlante
absortas parecían
escuchando la voz del Almirante. –¡Ya es hora! –dijo–. ¡Un mundo nos espera tras del que hoy se divide a nuestro paso¡ Sigamos nuestra ruta aventurera por los mares ignotos al acaso!
Es infinito el mar, la vida corta,
nuestro poder, pequeño,
¡pero no os arredréis! ¿Qué nos importa
que se acabe la vida en el empeño?
¡No importa que muramos! Las estelas
que dejan nuestras raudas carabelas
jamás han de borrarse; por su traza
vendrán para buscar nuevos caminos otros bravos marinos
de nuestra Religión y nuestra Raza;
De España y Portugal, la raza ibera
cuyos hijos, unidos como hermanos,
a la sombra van hoy de una bandera;
portugueses e hispanos,
bogamos juntos tras la misma suerte...
Españoles, ¡quién sabe si algún día
se unirá vuestra Patria con la mía
en un lazo de amor eterno y fuerte!
Calló; todos callaban
de solemne estupor sobrecogidos;
los bravos corazones palpitaban
con rápidos latidos,
y tendiendo los brazos a Occidente,
por donde un nuevo mundo aparecía,
el marino vidente
acabó la asombrosa profecía:
–Esas costas y esotras cordilleras
también serán iberas
cuando naves de Iberia con sus quillas
surquen aquel Estrecho que allí asoma;
desde las dos orillas
les darán parabienes en su idioma...
¿Qué importa nuestra muerte si con ella
ayudamos al logro de este sueño?
Si la muerte es tan bella, ¿qué importa sucumbir en el empeño?..
¡Adelante, hijos míos!
–gritó transfigurado, el Almirante–.
Y los cuatro navíos
temblaron a las voces de: –¡Adelante!..
Hincháronse las velas;
en el mástil derecho
la enseña tremoló, las carabelas
embocaron audaces el Estrecho...
Y entonces, estallando de repente
la fiera tempestad que amenazaba,
rugió por los espacios imponente
cual monstruo colosal que se destraba;
aullaba el huracán, el mar bramaba
alzándose feroz en ronco estruendo
y la Creación entera parecía
que presa de pavor se estremecía
ante el empuje del ciclón tremendo.
¡Era un himno triunfal que nubes y olas
con su música fiera
cantaban a las naves españolas,
embajadoras de la Raza Ibera!

sábado, 27 de mayo de 2017

SOBRE FALANGE Y 'PODEMOS'. LA POLÉMICA ENTRE LOS ESCRITORES MANUEL PARRA Y JAVIER MARÍAS

Mejor, llamémosolo esperpento. Respuesta a Javier Marías (Manuel Parra en xyzdiario.com el 23/5/2017)
Mi admirado Javier Marías publica, en El País del domingo 21 de mayo, uno de esos artículos que, entre bromas y veras, pasan tétrica revista al mundo en que nos ha tocado en suerte vivir, y saca la consecuencia de que todo semeja, como reza su título, una peligrosa parodia.

A muchos nos ocurre lo que él reconoce: tememos echarle un primer vistazo al periódico, pues, a pesar de saber por anticipado que siempre ha sido así y que las noticias buenas no son noticia, se nos ponen los pelos como escarpias y, lo que es peor, a veces se nos embota el corazón, y solo la capacidad de reflexión que dicen que nos distingue a los humanos palía los sobresaltos, las alarmas y los espantos.
La pluma de Marías es vitriólica, y no es para menos; de ella no se escapa nadie: desde Venezuela hasta Corea, desde EEUU a esta Europa que se empeña en negarse a sí mismo (más o menos como España); desde Rusia hasta Turquía…, todo es para nuestro escritor una parodia, es decir, una imitación burlesca (la RAE dixit) del propio mundo. Pero uno prefiere atribuirle la calificación valleinclanesca de esperpento, es decir, un reflejo deformado de los héroes clásicos en los espejos cóncavos. Solo que don Ramón asignaba esta dudosa cualidad a la España de su tiempo, y, en realidad, es el mundo entero globalizado, sometido a un Sistema y un Pensamiento Únicos el que se pasea por el Callejón del Gato.
Incluidos, claro, nosotros, los españoles, porque estamos integrados, de hoz y de coz, en esa mundialización totalitaria. No lo reduzcamos a los saqueos de las empresas públicas de Madrid, pues me parece que en todas las Comunidades y en todos los partidos y sindicatos han crecido suficientes habas en cuanto a esto y a otras cosillas igualmente esperpénticas. Por ejemplo, el “y bueno, en Cataluña…”, con el que despacha D. Javier la situación en mi tierra podría alargarse al infinito y dar pie a multitud de artículos tan o más vitriólicos que el suyo.
Si será valleinclanesca la situación que el propio articulista no consigue zafarse de ella, al comparar -según un manido tópico de que han hecho gala la diestra y la siniestra españolas- a Podemos con esa Falange que él considera fenecida sin precisar.
Si algo ha existido en la España contemporánea que intentaba superar lo grotesco, lo zafio y lo esperpéntico, ha sido precisamente el falangismo joseantoniano; especifico el apellido porque otras imitaciones y derivaciones sí admitirían el nombre de parodia.
La elegancia y el rigor intelectual de José Antonio Primo de Rivera no tiene nada que ver con el revolucionarismo cuasi infantil del partido morado, del mismo modo que la excelente poesía sin odio contenida en el Cara al Sol, y reconocida por propios y extraños, poco tiene que ver con esa otra, también poesía, pero que encierra la amenaza del puño cerrado.
Habría que preguntarse, en todo caso, sobre las causas de que casi cinco millones de españoles indignados o a punto de indignarse hayan depositado sus esperanzas y sus votos e otra aventura esperpéntica cual la de Podemos. Quizás porque el mismo Sistema, que hace burla constante del falangismo, -parafraseando al profesor Muñoz Alonsotiene ahora que comer a precios prohibitivos el pan negro que le ofrece Pablo Iglesias por no haber querido comprar a precio justo la levadura espiritual y política ofrecida por José Antonio.

LA PELIGROSA PARODIA 

(Javier Marías en El País Semanal el 21/5/2017)

Hace ya tiempo que temo echarle el primer vistazo al periódico de la mañana. Uno va de sobresalto en sobresalto, de noticia en noticia alarmante cuando no espantosa. Ya sé que siempre ha sido así; que las noticias buenas no son noticia y que lo que la gente desea por encima de todo es indignarse y escandalizarse. Y este deseo no ha hecho sino ir en aumento desde la aparición de las redes sociales y la dictadura de la exageración en el periodismo. Pero basta retroceder unos meses para recordar que la situación del mundo no era tan delirante con Obama en la Presidencia, con el Reino Unido integrado en la Unión Europea, con Venezuela sin golpe total de Estado ni tantos muertos en las calles (los golpes de Chávez eran graduales), con Francia sin elecciones deprimentes, con Turquía sin absolutismo y represión feroz, con Egipto sin lo mismo.

Miro la primera plana del diario, ya digo, y lo único que me reconforta (me imagino que no soy el único) es el aspecto paródico de cuanto acontece, y que me impide tomármelo del todo en serio. Todo tiene un aire tan grotesco que cuesta creer que sea cierto y no una representación, una pantomima, una sátira. Veamos. Hay un país, Corea del Norte, que amenaza con lanzar bombas nucleares cada semana, y puede que tenga capacidad para ello. Pero las escasas imágenes que de allí nos llegan son dignas de una historieta de Tintín, con un sátrapa pueril y orondo que aplaude como un loco sus propios lanzamientos de misiles fallidos y obliga a desfilar a sus súbditos como a soldaditos de plomo. El objeto de sus amenazas es un Presidente de los Estados Unidos igualmente pueril e idiota, además de antipatiquísimo y nepotista, capaz de decir ante la prensa que ha lanzado un ataque contra Irak cuando lo ha lanzado contra Siria, de invitar a su homólogo de Filipinas, Duterte, que desde que fue elegido –elegido– ha ejecutado extrajudicialmente a unos siete mil compatriotas –siete mil– y se jacta de haberse cargado él en persona a tres de ellos. Este Duterte, por cierto, le ha contestado a Trump que ya verá, que anda ocupado (se entiende: asesinar a millares desgasta, y si no que se lo pregunten a los nazis y a los jemeres rojos). Trump también declara que se sentiría “muy honrado” de charlar con el sátrapa orondo, y nada ocurre. Erdogan, en Turquía, con el pretexto de un golpe contra él, tan fallido como dudoso, ha encarcelado o destituido a ciento cincuenta mil ciudadanos –ciento cincuenta mil–, de militares a periodistas y profesores. No sé, de haber habido tantos partidarios del golpe, éste no habría fracasado tan rápida y rotundamente.

CASI EL 40% DE LOS FRANCESES HAN VOTADO A UNA SEÑORA A LA VEZ BRUTA Y TRAPACERA, MARINE LE PEN, QUE SIMPATIZA CON LA FRANCIA COLABORACIONISTA DE LOS NAZIS
Luego está Putin, admirado por la extrema derecha y por la extrema izquierda, un megalómano propenso a fotografiarse con el torso desnudo o derribando a un tigre con sus propias manos, estilo paródico de trazo grueso. Y así nos acercamos a Europa, donde casi el 40% de los franceses han votado a una señora a la vez bruta y trapacera, Marine Le Pen, que simpatiza con la Francia colaboracionista de los nazis (niega esa colaboración, luego el Gobierno de Vichy era intachable) y rechaza a los refugiados porque en seguida quieren robarle a uno la cartera y el papel pintado de las paredes (sic: hace falta estar sonado para creer que a alguien le interesa su papel pintado). A esa señora no la ven con muy malos ojos el candidato Mélenchon, admirador confeso de Hugo Chávez y Pablo Iglesias, ni la mitad de sus votantes. En Inglaterra gobierna una mujer desagradable, patriotera y cínica, que antes de la consulta del Brexit defendía la permanencia en la UE y ahora brama contra lo que le parecía de perlas hace menos de un año. Su Ministro de Exteriores es un histriónico clon de Trump con estudios, Boris Johnson. De Polonia y Hungría no hablemos, países en la senda de Turquía y Egipto, sólo que cristianos.

En cuanto a España, el ex-Presidente de Madrid –el ex-Presidente– saqueaba presuntamente empresas públicas, y su madrina Aguirre estaba in albis, como el jefe del Gobierno Rajoy, que nunca se cansa de soltar perogrulladas. En el PSOE parecen detestarse mucho más entre sí que a cualquier adversario político, y por último hay un partido que se proclama de izquierdas, Podemos, y que es lo más parecido a la Falange desde que feneció la Falange: sólo le falta sustituir el vetusto himno de Quilapayún en sus mítines por el más vetusto Cara al sol, y le saldrá el retrato. Y bueno, en Cataluña hay también una serie de personajes tintinescos que proclaman que sus sueños van a realizarse por las buenas o por las malas. Porque a ellos les hacen mucha ilusión y eso basta.

Sí, todo desprende tal aroma de sainete, de opereta bufa, de esperpento o de lo que quieran, que eso es lo único que a muchos nos salva de la desesperación cotidiana. El problema aparece cuando uno ve imágenes de las arengas de Hitler y de Mussolini. Porque ellos parecían aún más paródicos que los gobernantes actuales, y ya conocen la historia.

martes, 31 de diciembre de 2013

JOSÉ ANTONIO ¿FUE DE DERECHAS? (José María García de Tuñón en dignidaddigital.com)

(El historiador José María García de Tuñón)

Así terminaba un reciente artículo que el catedrático Juan Velarde Fuertes publicó en la revista  «Cuadernos de Encuentro» (nº 114), que comienza narrando su primera asistencia, con sólo   nueve años, a un mitin, de políticos de la Ceda, que se celebraba en su pueblo natal de Salas (Asturias). Por lo que sigue contando, nada le gustó lo que dijeron aquellos políticos. Antes una joven universitaria, tía del prestigioso médico e historiador asturiano José Ramón Tolivar Faes, que se casaría con una nieta de «Clarín», había reunido a un grupo de niños, diciéndoles: «Voy a explicaros qué es eso de Falange, lo que dice José Antonio, y porqué deberíais ser falangistas». A continuación, el catedrático habla de sus estudios de economía, de sus colaboraciones en el diario «Arriba», de su paso por la Universidad como educador, etc. etc., hasta terminar, con la citada pregunta: «José Antonio, ¿fue de derechas?».

Nunca sabremos cuál sería la respuesta de Velarde Fuertes. Se la puede uno imaginar, pero no deseo correr el riesgo de expresar lo que pienso; prefiero escribir, en el corto espacio de que dispongo, algunas cosas que dijo o dijeron de aquel hombre que, como García Lorca, no tuvo la muerte que merecía, y, después, cada lector que diga la respuesta que estime oportuna.


(El catedrático de Economía, Juan Velarde)

Comienzo citando a otro José Antonio, el comunista, José Antonio Balbontín, quien dijo, sobre la Reforma Agraria que pedía el líder falangista, era más radical que la suya. El también comunista José María Laso Prieto tomó estas palabras en un artículo que publicó en la revista    «Altar Mayor», año 2007: «Incluso se atribuye a José Antonio Balbontín, que había ingresado en el Partido Comunista de España procedente del Partido Social Revolucionario, la afirmación de que el proyecto de reforma agraria de José Antonio era incluso más avanzado que el del PCE, donde ya entonces militaba Balbontín». Todo el que haya leído un poco a José Antonio sabe quehabló de los abusos del gran capital financiero, de los especuladores y de los prestamistas, pidiendo al final la nacionalización de la Banca. Lo recordó la escritora y jurista Mercedes Formica cuando dijo que el fundador de Falange «fue, rechazado y ridiculizado por su propia clase social, que nunca le perdonó sus constantes referencias a la injusticia, el analfabetismo, la falta de cultura, las viviendas miserables, el hambre endémico de las zonas rurales, sin mas recurso que el trabajo de temporada y la urgencia y necesidad de la reforma agraria».


(Portada de la revista Cuadernos de Encuentro)
Por su lado, la escritora Rosa Chacel, firmante del. Manifiesto de los intelectuales antifascistas, padeció el exilio, y encontrándose en Buenos Aires compró las «Obras Completas» de José Antonio que leyó de un golpe, según escribió. Y aunque le salpicaron los fascismos europeos «leyéndole con honradez se encuentra el fondo básico de su pensamiento, que es enteramente otra cosa. Fenómeno español por los cuatro costados». Es cierto lo que dice esta mujer, Premio Nacional de las Letras, porque la mayoría de los que hablan de José Antonio jamás lo leyeron y menos con honradez.  La socialista Victoria Kent, la que se opuso al voto femenino, dijo de él que era «un perfecto caballero, un perfecto hombre, con toda la cortesía. Y debo decirlo porque eso es lo justo»

(José Antonio Primo de Rivera, fundador de Falange Española)

José Antonio prescindió de Giménez Caballero, que compartió la derecha filofascista de Gil Robles; de Ansaldo, que sólo pensaba en castigar con la violencia; del marqués de Elisada, hombre de confianza de Alfonso XIII.  Mientras tanto fueron llegando personas destacadas de la izquierda política: Oscar Pérez Solís, promotor fundacional del PC; Manuel Mateo, secretario de organización del PC;  Juan Orellana, sindicalista del PC; los socialistas José García Vara y Matías Montero, ambos asesinados por sus antiguos camaradas antes de dar comienzo la guerra civil; Marciano Pedro, hermano de Buenaventura Durruti; Nicasio Álvarez de Sotomayor, que fue secretario de la CNT; Camilo Olcina, que fue secretario de la Marina Mercante en la CNT, etc. etc. Negoció con Prieto y Pestaña una alianza de los socialistas no marxista y los sindicalistas no anarquistas. Y termino con la misma pregunta que formuló Velarde Fuertes: «José Antonio, ¿fue de derechas?»..

                                                                       JOSÉ Mª GARCÍA DE TUÑÓN AZA

jueves, 24 de enero de 2013

Lo que se recuerda en el twitter de la Fundación (fundjoseantonio)

Paco Romeu recupera esta frase y fotografía de Salvador Dalí:

"José Antonio era un genio. Ha sido una de las personas más importantes que ha tenido España"


@fundjoseantonio