(Portada del libro de Pablo Segarra -Editorial Actas-)
El episodio histórico interpretado por casi 50.000 españoles en el frente ruso durante la Segunda Guerra Mundial mantiene un vigor imperecedero. Su dramatismo y magnitud magnetizan a todos los amantes de la historia de España. Se suceden libros —de diverso tipo— que hablan sobre ellos pero aún no se vislumbra el día en que hayamos agotado el tema divisionario. Quedan muchas historias por contar de la campaña rusa. Esta obra nos acerca a un aspecto jamás estudiado hasta ahora: los hechos religiosos, históricamente relevantes, que se suceden en el origen y desarrollo de la División Azul y de las Escuadrillas Azules. El autor, Pablo Sagarra Renedo, narra la cruzada contra el bolchevismo iniciada por Hitler contra Stalin, a la que se apuntó Franco con gran entusiasmo, así como la historia de los capellanes que acompañaron a las tropas españolas y la historia de los propios voluntarios que vivieron esa cruzada en primera persona; ellos fueron a matar y morir por ella —más de 5.000 no regresaron a casa— y además, protagonizaron una singular convivencia con el pueblo ruso que, por su cordialidad, encendió las alarmas del mando alemán. La profundidad del análisis efectuado y el manejo masivo de testimonios personales y de fuentes escritas contemporáneas, muchas de ellas inéditas, convierten esta obra en una referencia historiográfica de primer orden. El autor combina ... (reseña completa en http://www.actashistoria.com )
Nada tengo que reprochar a unos combatientes, de la ideología que sea, que abandonan voluntariamente sus hogares y arriesgan su pellejo por una causa o para combatir algo que les parece una abominación. Por lo tanto, tengo el mismo respeto por un voluntario de la División Azul que por un brigadista internacional que vino a España a combatir la contrarrevolución (como la define Payne) o los muyahidines que acuden a Siria en apoyo de la rebelión contra el régimen de Al Asad.
ResponderEliminarAhora bien, nos jugamos mucho (la Patria, la Justicia y la Dignidad nacional, nada menos) para ser tolerantes con una deriva histórica fatal que nos ha llevado a donde estamos:
insistir, una y otra vez, en los "servicios prestados" por los falangistas o los nacional-socialistas en la Cruzada contra el bolchevismo, me suena a la misma cantinela de "servicios prestados" lanzada por comunistas y anarquistas en su Lucha Antifascista.
Fascistas y Antifascistas se han pasado décadas exigiendo el reconocimiento de la derecha burguesa en su Cruzada antibolchevique (los primeros) o en su Cruzada antinazifascista (los segundos). Además de patético, con eso no han hecho otra cosa que ayudar a imponerse a las mafias y cleptocracias capitalistas que nos han saqueado y hundido dentro y fuera de España.
Ya está bien de hablar de luchas contra el bolchevismo o los mercenarios de Aníbal el cartaginés. Son agua pasada: lo que venimos sufriendo es el dominio de la clase capitalista, el sector amparado e impulsado por los que ganaron la II Guerra Mundial y la Guerra Fría.