Esta semana he vuelto a leer el espléndido libro del falangista Rafael Sánchez Mazas La vida nueva de Pedrito de Andía, que cuenta varios meses, de junio a octubre de 1923, de la existencia de un adolescente de la alta burguesía vasca. El autor afronta con gracia y delicadeza el problema de la llegada a esa adolescencia en esta novela que ha sido considerada como uno de los grandes libros de la mitad del siglo pasado. Sánchez Mazas, cuando José Antonio Primo de Rivera funda Falange Española, se adhiere al movimiento, porque como dijo años más tarde: «José Antonio era mucho más que un político. Por eso él pudo, con su escasa hueste y sus cortos años de acción, lo que los políticos ya no podían y lo que en España nadie podía. Su idea de la Patria es la más alta y más pura que los españoles, y aún la gente de toda Europa, haya conocido». Para muchos, dentro de Falange, Sánchez-Mazas fue su cronista y su poeta.
(Fotograma extraído de la película “La nueva vida de Pedrito de Andia”, protagonizada por Joselito y filmada en 1960. Basada en la novela de Rafael Sánchez Mazas. Fuente: https://sestao.wordpress.com
De este autor ya había leído otras obras: Las aguas de Arbeloa y otras cuestiones, «una de las mejores prosas que se han hecho en lo que va de siglo», dijo de este texto el académico y poeta, José García Nieto; y cómo no, Rosa Kruger, novela que dejó inacabada y que escribió estando refugiado, durante nuestra Guerra Civil, en la Embajada de Chile. Un libro «asombroso de prosa y sabiduría», llegó a escribir Francisco Umbral, que narra las vicisitudes físicas y espirituales de un joven nativo del Valle de Arán que tiene que emigrar a Francia, huyendo de un pasado turbio que incluye algunos amores incestuosos no consumados. Un libro que en algunos produjo extrañeza, al leerlo de que un «miembro histórico de la Falange Española, se descolgara con gruesos elogios de los catalanes de los que dice que son “de lo mejor de España, de lo mejor de Europa”». Claro que quien así se expresó, al parecer un poco asombrado que esto lo pudiera decir un falangista, no sabía, porque la ignorancia es muy grande, lo que Jordi Pujol, presidente que fue de la Generalitat, declaró a un periodista en la revista Tiempo, en referencia al problema catalán: «Mire, sé que la cita es un riesgo, pero uno de los que lo entendió mejor, y en circunstancias muy difíciles, fue José Antonio Primo de Rivera». Ni tampoco lo que el poeta, escritor y periodista catalán Joan Perucho declaraba un día en el suplemento Blanco y Negro Cultural del diario ABC: «Me gustaría morir así, como estoy ahora. Sentado en este sillón, acariciando a mi gata y leyendo la página enmarcada de La Vanguardia con la Oración por los caídos de Sánchez Mazas», cuyo origen se remonta al funeral por Matías Montero, cuando el fundador de Falange le expone a Sánchez Mazas la necesidad de disponer de palabras más profundas para momentos como aquellos. También fue uno de los poetas que, junto con otros poetas y el propio José Antonio, compondría el himno falangista Cara al Sol. Lo que nunca sabremos es si se cumplió la última voluntad de Joan Perucho, es decir, leyendo la Oración por los caídos que comenzaba con estas palabras:
Señor, acoge con piedad en tu seno a los que mueren por España y conservamos siempre el santo orgullo de que solamente en nuestras filas se muere por España y de que solamente a nosotros honre el enemigo con sus mayores armas. Víctimas del odio, los nuestros no cayeron por odio, sino por amor, y el último secreto de sus corazones era la alegría con que fueron a dar sus vidas por la Patria…
Pero me estoy saliendo de la línea trazada, que dice una bonita canción asturiana, porque quería referirme también el grito de ¡Arriba España!, cuyas palabras siempre hemos atribuido a Sánchez Mazas. Sin embargo, corría el año 1899 cuando un asturiano, Aureliano San Román –una de las calles de Oviedo lleva su nombre–, escribió un artículo que tituló Arriba España, y que terminaba con estas palabras: «Y puesto que nuestra patria aún tiene recia fibra y voluntad indomable para resistir animosa, aunamos nuestros esfuerzos y alcémosla sobre el pavés para salvarla». El artículo, de fecha 31 de enero de ese año, fue publicado en el Boletín del Comercio de Oviedo. Así pues, ha sido el asturiano Aureliano San Román, secretario que era entonces de la Cámara de Comercio de Oviedo, el primero, hasta donde hemos podido saber, en utilizar las palabras ¡Arriba España!
(*) Publicado en el número 74 de Desde la Puerta del Sol
Enlace directo al fotograma: https://sestao.wordpress.com/2011/12/06/sestao-en-la-pelicula-la-nueva-vida-de-pedrito-de-andia/
No hay comentarios:
Publicar un comentario