A los 65 años ha fallecido Francisco Martín Castillo, Caco, uno de los referentes falangistas durante los convulsos años de la última transición política. Nació en Granada. Vivió su infancia y
adolescencia en varios países de Africa central y en Adra (Almería). Estudió
Bachiller en el Instituto Ramiro de Maeztu; Medicina y Educación Física en
Madrid; cursó estudios de Estadística y Biología. Teniente de Complemento del
Ejército del Aire (octava promoción de IMEC-EA). Gran amante del deporte, se
desplazaba habitualmente en bicicleta, con la que recorrió buena parte de
España, durmiendo con ella de dura almohada. Practicó paracaidismo y, en grado
avanzado, aikido. Amaba la montaña, de la que hizo su herramienta de
fisioterapia a raíz de un gravísimo atropello ¿fortuito o intencionado? ; su
recuperación consistió en recorrer el GR (camino de gran recorrido de los
Pirineos). Su trayectoria profesional fue muy variada, cubriendo diferentes
áreas de la Medicina especialmente Urgencias. Fue feliz dando clase de
Educación Física en el seminario San Dámaso de Madrid. Su pasión fue España, a
la que sirvió toda la vida desde su exigente perspectiva falangista iniciada
como flecha naval. Perteneció a diferentes organizaciones falangistas reivindicando el auténtico espíritu y mensaje
Nacionalsindicalista frente al espurio del Movimiento Nacional. Fue fundador de las Juntas de Oposición Falangista (JOF) a principios de los setenta, organización luego integrada en Falange Española de las JONS Auténtica (La Auténtica). Ha permanecido
fiel a sus principios hasta su último momento por eso su mortaja ha sido su camisa
azul y las cinco rosas a sus pies. Vivió sus últimos años haciendo honor a la
exigencia que impone la dificultad de ser cristiano; su Confirmación fue espejo
de su fidelidad por eso ha llegado al Padre Eterno con su escapulario al
cuello. Deja viuda, dos hijos extraordinarios y a sus camaradas cara al nuevo
Lucero que eclipsa al viejo Sol.
¡PRESENTE!
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