Con inexplicable discreción ha pasado por las librerías la
novela de Eduardo López Pascual CON PASO CAMBIADO (pr ediciones, 2010), tan
discretamente que cuando pones su nombre en los buscadores para tomar una
imagen de su portada, ni siquiera aparece. En los días de las redes sociales,
si estas no dan noticia de tu obra es que sobre ella se ha extendido un
silencio absoluto que, en este caso, no hace justicia a la novela ni tampoco al
autor, un murciano de Cieza profesor de Literatura del que la contraportada
dice que procede del Círculo de Escritores Rafael García Serrano. Es posible
que el silencio de los vástagos sea consecuencia del más grande silencio que
lapida al genio navarro de la prosa del siglo XX.
(Eduardo López Pascual)
Las mismas redes sociales que extienden su particular 'black
out' sobre esta novela de López Pascual sorprendían este verano considerando
máxima tendencia en España el 'topic' #orgullocomunista y entre los miles de
usuarios que impusieron esa tendencia podría leerse a quien sin pudor alguno escribía
"Lorca, Alberti, Saramago ... Tenemos los mejores". Al margen que
Lorca tenía de comunista lo que Foxá de 'meapilas', ni que decir tiene que
desde Jean Paul Sartre y Noam Chomski, la extrema izquierda patrimonializa la
cultura impúdicamente.
A saber si es por eso que esta novela, ambientada en los
años que van de la dictadura de Primo de Rivera a los prolegómenos de la
rebelión cívico militar de 1936, haya resultado transparente al gran público.
La novela, bien trabada y escrita, narra la trayectoria
vital de un joven madrileño nacido en una familia de ugetistas radicales que
acaba militando en las filas falangistas. Este tipo de evolución política puede
que no fuese muy representativa de la juventud española en el treintismo del
siglo XX pero tampoco fue desconocida existiendo historiadores como Javier
Tussell que subrayó el trasvase político entre las filas anarquistas a las
falangistas y al contrario.
La obra de López Pascual merece una atención más detenida
del público y en el tiempo viene a situarse en unos años de emergente
literatura 'social patriótica' que va desde la relectura de los héroes de la
División Azul hecha por autores como Ignacio del Valle, Lorenzo Silva, Juan Manuel de Prada o Blanco Corredoira a las novelas de Javier Compás, Pedro
Cantero, Aquilino Duque, Javier Cercas o Antonio Brea. Y todo ello al margen de reediciones de
clásicos proscritos como el propio Rafael García Serrano o Agustín de Foxá a
quien una concejal comunista sevillana -Josefa Medrano- en un intento de
censura, devolvió su 'Madrid de Corte a Checa' a las manos de miles de
lectores.
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