En Marzo de 1997, el Consejo Nacional de Falange Española aprobó un importante documento político. Documentos como éste evidenciaban que el Nacional-Sindicalismo no murió con José Antonio y el resto de los fundadores. Desde 1933, ya en la clandestinidad ya en la legalidad, miles de joseantonianos se han entregado a la tarea de actualizar la doctrina falangista. Extractamos parte de este documento.
Bases doctrinales
Es
necesario intensificar los referentes doctrinales para nuestros militantes.
Respuestas de forma sistemática, extendiendo la frontera del
Nacionalsindicalismo, fortaleciendo y rearmando ideológicamente a un conjunto
de personas para acumular virtudes revolucionarias y deshacerse de la apatía de
la sociedad hedonista. Frente a nosotros la fortaleza negra del neoliberalismo,
tras las murallas multinacionales del mercado libre. El mercado ejerce una
presión casi irresistible sobre todas las actividades para que se justifiquen
en los únicos términos que reconoce: producir beneficios privados. El mercado,
como el Señor Oscuro, sabe que su
triunfo consiste en extender la duda entre sus enemigos, entre nosotros.
En la
ausencia de modelos comunes, afirmamos que la tolerancia se convierte en
indiferencia y el pluralismo cultural degenera en un simple espectáculo
estético. Se defiende la privatización de la moralidad, cuando.las opciones
morales privadas suelen tener consecuencias sociales, especialmente la de los
beneficiarios del sistema actual. Una filosofía pública para el siglo XXI debe
conceder más peso a la comunidad que al derecho privado. Las grandes
desigualdades son incompatibles con cualquier forma de comunidad. Las clases
delincuentes se limitan a imitar a la clases más altas en su deseo de
satisfacción inmediata así como en la identificación de la satisfacción con la
adquisición material. Los delincuentes roban y las multinacionales se apoderan
de las plusvalías a lo largo de todo el planeta.
Objetivos: fin de la
ambigüedad
Partimos
de una base doctrinal sólida, común y lacónica. Compartimos
unas señas de identidad y una cosmovisión universal. De ella procede una
programa de máximos: la concepción de España como proyecto unitario común,
desde su diversidad regional y plurilingüe, donde la única fuente de dignidad
sea el trabajo. La proyección de España al exterior desde los valores de
universalidad e hispanismo, dentro de sus coordenadas hispanas, europeas y
mediterráneas. Esto se concreta en un Estado de forma política republicana, con
sufragio orgánico. Por ello entendemos que la base política descansa en los
municipios y en los sindicatos por rama de producción. En el parlamento
confluyen los representantes de las regiones y de los sindicatos, así como de
otros entes, como la Universidad. La propiedad pública recibe una especial atención,
tanto en su forma comunal de los municipios, sindical de los trabajadores,
nacional de todas las regiones. El Estado tributa el máximo respeto a la
libertad, la integridad y a la dignidad de las personas, sin discriminación por
raza, sexo, región o función social. Dado que esos valores son transcendentes,
el Estado, expresión orgánica de la voluntad del pueblo español, se construye
de abajo hacia arriba, desde el municipio al gobierno de la nación.
De la protesta
Falange
ha estado demasiado tiempo centrada únicamente en la protesta. Han sido las
ocho principales.
1. Protesta contra el liberalismo político que da el
monopolio de la representación a partidos basados en la mentira y la difamación
de unos contra otros, que destruye la verdad al hacerla relativa y dependiente
de forma exclusiva de las mayorías mediatizadas por ese monopolio citado.
2. Protesta contra el socialismo que nace con justicia para
acabar dividiendo a los españoles, al igual que hizo el liberalismo. Protesta
contra una doctrina que no cree en los valores transcendentes y de ese
descreimiento nace el desdeñoso Libertad
¿para qué? de Lenin.
3. Protesta contra el secesionismo de gaita de los
secesionismos egoístas vasco y catalán que pretenden convertir a los pueblos
vasco y catalán en tierras de paletos, ayunos de universalismo. Si rechazamos
el individualismo, abominamos del nacionalismo -el individualismo de los pueblos- que es una de sus formas
dominantes.
4. Protesta contra la persecución, encarcelamiento y
asesinato de nuestros líderes primigenios. Asesinados por un Estado que se
llamaba de Derecho. Protesta contra
el GAL de los años treinta y sus seguidores en los ochenta.
5. Protesta contra la ambigüedad y el ocultamiento de
nuestras auténticas señas de identidad en la era de Franco. Desfiles en lugar de escuelas, hartazgo de fotos en lugar
de libros, palabras y no hechos. Protesta contra la revolución pendiente.
6. Protesta contra la monarquía parlamentaria nacida del 18
de julio, contra el gobierno débil de Suárez
que multiplicó por 17 los gobiernos regionales de España.
7. Protesta contra el ingreso en condiciones serviles
inaceptables en una Comunidad Europea que no puede ser otra que la unión de las
patrias.
8. Protesta contra la corrupción socialista y contra la
inoperancia vacilante de la derecha eterna, representada por el PP.
Recuperación de los puntos de unión de FE y JONS (febrero de 1934), reafirmando
el máximo cuidado en confundirnos con opciones derechistas.
Asumir
responsabilidades
Es hora
de asumir que es inmoral vivir sólo de decir no, vivir únicamente de decir
¡basta! Hemos padecido un magnífico vacío en muchas cuestiones a las que hay
que dar una respuesta común, sin limitarnos a la pregunta ¿qué hubieran hecho o
pensado los creadores del falangismo ante tal o cual cuestión inexistente a
principios de los años treinta?. Seamos clásicos
de nosotros mismos y asumamos nuestra responsabilidad en el desarrollo de
nuestra propia doctrina y nuestras propias formas de acción. Falange arriesga,
dado que el riesgo es el único camino del éxito, y hace propuestas claras,
tanto globales como concretas, a la sociedad española. No es nuestro propósito
encorsetar la acción de futuro mediante una planificación exhaustiva, que
deviene entelequia, sino bosquejando paradigmas globales, modificables en sus
flecos ante los cambios sociales e históricos de la realidad, nuestra cultura
en general y de nuestra Patria en particular. Asumiendo el riesgo, afirmamos la
necesidad de disponer del modelo que pretendemos para que nuestra acción no se
limite al testimonialismo sectario y/o al pragmatismo desideologizado de un Felipe González o de un Aznar.
A la propuesta
Los
falangistas no presentamos una simple alternativa, al modo del PP o del PSOE.
No somos otra alternativa. Las opciones de poder cifran su única exigencia
coherente en la aspiración a la inclusión en las estructuras dominantes más que
a una transformación revolucionaria de las relaciones sociales, económicas,
políticas y humanas. Ninguna ideología debe conseguir la hegemonía si sólo
sirve para legitimar los intereses de una clase en particular y anular los de
las demás. (Discurso transversal). Lo
que da fuerza vinculante a las ideologías es su capacidad de hablar a las
necesidades y los deseos humanos permanentes.
Tarea es
ésta que, como tantas otras, corresponde a nuestra juventud, que no permita que
la escamoteen el presente con promesas del mañana, como a alguno le aconteció
antaño. El reto de los jóvenes es crear un nuevo lenguaje que refleje nuestros
valores. Forjar términos inéditos, en pro de la expresión exacta del paradigma
que pretendemos bosquejar, formas nuevas para ideas por realizar.
A ti, persona inquieta y curiosa, que tanto has oído hablar sobre la Falange y los Falangistas, que te es muy difícil llegar a conclusiones claras y correctas.
ResponderEliminarPara poder hablar con justicia es necesario conocer. El lector serio no puiede fiarse de las opiniones de otros, máxime, cuando están en el umbral del chaqueterismo y la infamia.Sé justo.
Léenos, conócenos, no te dejes manipular por nada ni por nadie. Habla por ti mismo. La cultura nos hará libres.
Gustavo Morales
Dudo si alegrarme o entristecerme por la rabiosa actualidad de este texto nuestro del Consejo Nacional de 1997.
ResponderEliminarGustavo Morales
A mí me entristece. Porque la casi absoluta mayoría de los que se autodenominan "falangisfas" no lo han leído. Se aferran a sus oxidadas consignas, a sus apolillados símbolos y a sus desafinadas canciones.
ResponderEliminarAcabo como quien dice de llegar a casa por lo que me vais a permitir que mañana temprano escriba al respecto. Esdpero que a la hora del Angelus lo tenga terminado muchas gracias
ResponderEliminarPara los que no conocen la fuente el texto debería hacer referencia a su origen. Dicho lo cual, me remite a un pensamiento que vengo madurando hace tiempo y a la vista de las múltiples iniciativas que van surgiendo últimamente, cada vez estoy más convencido, y es algo que me gustaría desarrollar en otro foro más adecuado, que la evolución y actualización debe de proceder desde dentro de la "casa madre" a la que deberíamos ingresar y reingresar muchos para cambiar las cosas desde dentro, con todos sus defectos, quizás sea lo más viable en vez de crear pequeñas alianzas de 0 + 0.
ResponderEliminarA mi modo de ver el proyecto Falangista fue gloriosamente fenecido justo al final del Siglo XX. Lo único verdaderamente serio que he visto desde Junio de 1.976 cuando empecé con tan solo 12 años mi militancia Falangista (todavía sin legalizar), fue el denominado proyecto de "El Relevo" encabezado por Gustavo Morales, Juan Antonio Aguilar y otras personas como Manuel Leal, Emilio Mriat, Sara Fernández Zurita, Miguel Angel Vázquez, Luis del Rey y otros que se me quedan en el tintero y a los que pido disculpas por la omisión. Posteriormente la "Alternativa Vértice" de la que fui miembro muy activo y responsable en Asturias, fue el último intento y soplo de aire fresco que hubiera logrado dar un vuelco y un giro importantísimo a La Falange y que sin duda habría actualizado, revisado y puesto a la Falange en el Siglo XXI.
ResponderEliminarHoy soy militante del Movimiento Social Republicano (MSR) y me siento orgulloso, pues a mi modo de ver, es la única formación política existente en España que es Vanguardia Política y Social.
No quiero que nadie se sienta molesto ni le incomoden mis palabras porque no es mi intención, ya que he sido militante Falangista desde 1.976 hasta 1.999, fecha en la que decidí ingresar en el MSR.
A mi modo de ver, la vía Falangista es una vía muerta y todos los procesos de "Unidad" han sido el fracaso más rotundo y absoluto.
Hoy la "Diáspora Azul" ya es tan grande y las Falanges existentes tan alejadas de la sociedad y del mundo real, que no hay ya luz al final del túnel.
Jesús Ruiz Gómez
PD: Pido también disculpas por publicar un comentario a nombre del MSR Asturias pero no dispongo de una cuenta de Facebook personal.
ResponderEliminarGracias y saludos para todos.
Jesús Ruiz